El comercio justo beneficia 5 veces más a los productores que el comercio convencional.
Ante ello, el Comercio Justo constituye una alternativa basada en el respeto y la equidad entre ambas partes. Así, por ejemplo, en una tableta de chocolate, el productor de Comercio Justo recibe el 33% sobre el precio final mientras que en el comercio convencional es del 6%. Además, es importante destacar que en este sistema solidario, las organizaciones importadoras prefinancian la producción y definen el precio de común acuerdo. (Leer noticia)
Por tanto, quiero recomendar aquí algunas empresas que ofrecen productos procedentes de "comercio justo", entre ellos, juguetes (de los que ya os había hablado aquí)... ¡ahora que se acercan las temerosas fechas que se acercan!.
No quiero desaprovechar la ocasión para mencionar otras empresas que seleccionan rigurosamente los juguetes que venden, ofreciendo productos de calidad y adaptados a las necesidades reales de nuestros hijos, haciendo eco de la 'Oda a los juguetes silenciosos' que tanto me gusta.
Es el caso de la empresa "Jugar y jugar", que además tiene artículos de información pedagógica muy interesantes en su web. Una firma de juguetes que encuentro maravillosa es Oskar&Ellen, realizados en tela y realmente bonitos. Nos hablan de ellos en Bebes y Más.
Si buscamos originalidad o artesanía a la hora de hacer un regalo, os recomiendo echar un vistazo a la columna derecha de este blog, bajo el título "DE COMPRAS" e "IDEAS PARA REGALAR", donde encontraréis varios enlaces interesantes que he ido recopilando. Si buscais opciones ecológicas, de las que te cuestan poco a tí y nada al planeta, AQUÍ tienes unas cuantas de ideas en el Canal Solidario.
Y por último, la idea que más me ha gustado, la más ecológica, la más económica, la más funcional: el alquiler de juguetes. Una idea pionera en España gracias a Pikatoy, donde se encargan de servir y recoger juguetes en cualquier punto de la península y entregarlos higienizados y en buen estado al siguiente niño que quiere jugar con ellos. Nunca se cansan de ellos, nunca quedan en el fondo del cajón... Cuando los juguetes 'se van' vienen otros diferentes con los que jugar, de nuevo novedosos, de nuevo atrayentes. Además, con esta iniciativa enseñamos a nuestros hijos que reciclar no tiene límites y los alejamos de la sociedad consumista en la que vivimos...
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