Una bonita mañana

Hoy hemos pasado la mañana en el Parc Samà de Tarragona, y nos ha encantado.
Hemos pagado 3 € los papis y 1 € el niño, la peque no ha pagado... aunque nos ha dado la impresión de que la mayoría de visitantes se han olvidado de pagar...
El Parc Samà es un jardín botánico situado en el "Baix Camp", entre varias especies de árboles autóctonos. El parque conserva ese sabor romántico de la epoca colonial, ya que el marqués Salvador Sama, su realizador, era sucesor de una familia establecida en Cuba y quiso trasladar a esta zona el ambiente exótico de la perdida Colonia. La plantación del parque comenzó en 1881 y posteriormente, el Marqués hizo construir diversos habitáculos para albergar su zoo privado, que desapareció con la guerra civil. Nosotros hemos podido ver loros, patos y pavos reales.

Tiene una especie de circuito establecido, por el que dar un paseo caminando junto a un lago, pudiendo entrar en una pequeña cueva, subir a un mirador, tumbarte a la sombra de los árboles, jugar en el parque infantil... Aunque todo es construido (cueva, lagos y de más), ha resultado una bonita experiencia que seguro que repetimos. Quizá hasta nos animemos a pasar un dia recordando aquellos tiempos en que las familias iban al campo con una manta y una cesta para el almuerzo...



Los niños han podido correr, ir en bici, saltar, ver los animales... y todo con la tranquilidad de estar cerrado al tráfico y rodearnos de naturaleza... Y los papis hemos intentado soñar un ratito que podíamos tener un lugar asi para vivir, donde los niños pudieran correr y esconderse, jugar con amigos... y tu verlos desde el precioso porche de la casa (diría castillo) que preside la entrada al Parque, que cuenta incluso con un campanario propio.

También se realizan banquetes de ceremonia, y los perros no tienen permitido el paso.