21 de julio de 2013

Un día en un molino de harina

(Click sobre las imágenes para ampliar)

La semana pasada reservamos la visita que hoy hemos hecho en excursión familiar con unos amigos hasta Osona, donde hemos visitado el Molí de la Llavina, un molino tradicional para moler harina.
Antes de visitarlo, buscamos un poco de información sobre los molinos e hicimos un pequeño molinito de papel a modo de manualidad y, como venía al pelo, leímos un trocito de Don Quijote de la Mancha hablando de los 'gigantes'.

El molinero, el Sr. Josep Llavina, es un hombre encantador y divertido que nos ha dado respuesta a todas las dudas que nos surgían y nos ha mostrado cómo funcionaba absolutamente todo.


Tiene un reconocimiento al molinero más antiguo de Europa y en su casa podreis ver todos los diplomas que ha conseguido gracias a mantener la artesanal tradición familiar.
Es uno de los molinos medievales mejor conservados de Catalunya.
La masía está documentada del S. XI y se cree que la familia Llavina se hizo cargo de ella hacia el año 1400. En la visita, podréis comprobar el árbol genealógico familiar.
Este molino es parte del patrimonio más preciado de Centelles, la población Barcelonesa donde lo encontrareis.

Además, el Sr. Josep ha construído un molino de cachibaches en la entrada, que al accionarlo hace graciosos ruiditos y movimientos que nos ha encantado a todos.

¿Quereis verlo en funcionamiento? (Pausad la música del blog, al final de la columna derecha)


¿A que es chulo?
Pues en realidad toda la visita ha sido igual de entretenida, educativa y amena, así que os comparto aquí la experiencia y os recomiendo sinceramente que os animéis a visitar este molino y al encantador matrimonio que lo lleva, el Sr. Josep junto a su mujer Anna Mª. Disfrutareis de un ambiente estupendo, de una masía típica catalana y de todas las curiosidades sobre estas masías que os puede explicar el Sr. Josep, que no son pocas!


Podéis hacer unicamente la visita al molino u optar por comer allí pan con tomate y embutidos artesanales a modo de almuerzo o hacerlo un poco más completo a modo de comida, con queso realizado allí por el hijo del matrimonio, bizcocho hecho por la Sra. Anna Mª y flan de huevo. (Aunque creo que el bizcocho y el flan pueden variar) Consulta precios.
Si, como a nosotros, os encanta el queso que comáis allí, también podéis comprar y traeros para casa.


El Sr. Josep nos ha explicado que el molino necesita nada más y nada menos que ¡120 litros de agua al segundo para funcionar!!! Y como ese caudal es prácticamente imposible de conseguir, almacenaban el agua en una presa y cuando tenían que moler trigo, abrían la presa hasta que el agua se acababa, y no se volvía a moler trigo hasta que ésta volvía a llenarse.


Lo ha puesto en funcionamiento para nosotros, y ha sido genial ver la fuerza con la que bajaba el agua, cómo ésta movía la rueda, la rueda la muela (piedra) del interior del molino y así el grano que había arriba se iba moliendo y salía en forma de harina por la parte frontal. ¡Guau! ¡Toda una experiencia!
¿Quieres ver el molino de trigo en funcionamiento?


Al menos a nosotros nos ha parecido alucinante, y los niños han disfrutado de lo lindo toqueteando la harina recién molida. ¡Menudo polvorín blanco han liado allí!
El molinero nos ha explicado también que las ruedas de madera (que ha de ser de roble) van mejor que las ruedas metálicas, porque la cal se desprende mucho más fácil con las primeras, y nos ha enseñado un par de ruedas del molino que tiene allí. La de madera, aproximadamente, ¡del año 1700!!!
También hemos podido ver una muela de molino en el exterior.


Y por si con todo esto no habéis tenido suficiente, aun hay más. Os podéis mover libremente por allí (obviamente siendo respetuosos) y ver las gallinas, los gallos, los patos, las ocas, las ovejas, los perros y los gatos que viven felices y a sus anchas con este matrimonio en la tremenda masía del molino. Además, podréis disfrutar de un bonito paisaje lleno de vegetación e insectos que os darán una buena oportunidad para hablar sobre ellos. (Por ejemplo, de las muchísimas abejas polinizando lavanda que veréis allí).
Si os apetece, muy cerquita de la masía, podéis aprovechar para montar a caballo y hacer redondo el día.


Eso si, está plagadito de ortigas, esa hierba con tantísimos usos medicinales que tiene unos pelitos en la superficie de sus hojas impregnados con una sustancia irritante (para protegerse de los animales herbívoros) y con sólo rozarla irrita la piel y causa granitos que, aunque no son peligrosos, son muy molestos.


Así que no estaría de más enseñarles a los niños a distinguirlas antes para evitar malos ratos. Si les pican, con hielo calmaréis el escozor, y para aliviarlo, fregad la zona irritada con unas hojas de hierbabuena machacadas o con la baba de un caracol. (Por norma general, donde hay ortiga también hay hierbabuena cerca).

Después queríamos dar un paseo por el bonito casco antiguo de Vic, pero nos ha caído una granizada tremenda y hemos tenido que volver para casa.


¡Así que esto es todo!
Espero que os animéis con esta visita y me contéis cositas después!



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