14 de abril de 2014

Remedios naturales: cataplasma de arcilla verde antiinflamatoria

Si tenéis la mala suerte de torceros algo estando embarazadas, podréis echar en falta el maravilloso efecto de los antiinflamatorios (como el ibuprofeno) porque no os los podréis tomar. Esto de las torceduras es algo bastante común durante el embarazo, a causa de la relaxina, que tal y como os explicaba en este post, ablanda nuestros ligamentos para prepararnos de cara al parto. Así que si habéis tenido mala pata, como yo, que con casi siete meses de embarazo me he hecho un esguince de grado II por torcerme el tobillo (con posterior caída a cuatro patas, of course), os traigo un remedio maravilloso que me dio Diario de una mamífera y le he agradecido en el alma: las cataplasmas de arcilla verde: 100% natural, analgésico y antiinflamatorio y perfectamente aplicable a embarazadas y niños (yo he tomado nota para mi chico futbolista que seguro que alguna vez nos hace buen servicio).Si os miráis los enlaces del final, podréis comprobar la cantidad de usos que tiene la arcilla verde (dermatitis, desgarros del periné, mastitis, inflamaciones...)
El caso es que me caí el viernes, me dolió pero no pensé que fuese a ser tan grave, hasta que me levanté el sábado, vi las estrellas de colores en cuanto moví el pie y me desperté de golpe cuando me lo ví así:


Tocó visita al médico de guardia del CAP que me confirmó un esguince inicialmente de grado I, pero después de que se me pusiera morado el tobillo, el diagnóstico pasó a ser de grado II.  (¿Y no fuiste al hospital??? NO, considero que las urgencias del hospital son para URGENCIAS HOSPITALARIAS... Si no queremos que siempre estén colapsadas, deberíamos comenzar a hacer un buen uso de ellas, y el médico de guardia del CAP es más que suficiente para una primera valoración.)
Como tengo un poco de edema por los quilos que llevo a cuestas, me dijo que aunque era lo que mi tobillo necesitaba, no me podía poner un vendaje compresivo, porque estando embarazada y teniendo un poco de edema aumenta el riesgo de trombo. Así que "reposo absoluto". Ja, con dos niños reposo absoluto... ingenuo y bienintencionado joven médico... haremos lo que podamos, querido.
Me dice que si duele mucho, paracetamol de forma puntual y ale, a casa con muletas.
Así que como os decía, me habla Xanela de las "cataplasmas de arcilla verde", algo que ni sabía que existía ni lo imaginaba, pero me voy a comprarla. La encuentro en una herboristería (arcilla verde seca, en polvo) y me cuesta un quilo unos 3€.
Xanela me explica también cómo ponerme la cataplasma, según instrucciones leídas del libro "Arcilla terapéutica y sus aplicaciones", de Ángeles Hinojosa, tal y como os indico yo a continuación:
Se pone un poco de arcilla en polvo en un plato, se añade agua fría y se mezcla bien con agua, pedirá bastante. Se va mezclando bien con un tenedor o cuchara de plástico hasta que tengamos una arcilla fina y sin grumos. Mojamos en agua una gasa grande y la escurrimos bien (se moja para que no absorba después el agua de la arcilla). La extendemos en una superficie lisa y untamos sobre ella la arcilla que hemos hecho, en una capa gruesa, con ayuda del tenedor o cuchara. Esa zona con arcilla es la que tendrá que cubrir la zona dañada, así que cuanto más grande la zona inflamada, más grande la zona con arcilla extendida en la gasa. Aplicamos con cuidado (y ayuda en mi caso) la gasa sobre la parte del cuerpo que lo necesite y la enrollamos sin hacer pliegues. Cubrimos todo con film transparente de cocina (para no mojar, para no manchar y para que no se nos caiga) y éste lo fijamos con un poco de esparadrapo o celo. Yo me dejo la cataplasma puesta dos horas mas o menos, con la pierna en alto, y luego me voy a la bañera, me quito la gasa y con agua caliente me quito todos los restos de arcilla.
El efecto antiinflamario es increíble y el efecto analgésico dura un par de horitas también. ¿Qué os parece?
Pues ale, espero no necesitar muchos más remedios naturales, pero por si os es de utilidad, aquí os he dejado con este tan útil y efectivo y además la recomendación de que os hagáis con un ejemplar del libro de Ángeles, es realmente práctico y revelador.
Eso si, os voy a reconocer que esta situación puede resultar incluso cómica en algunas ocasiones:
A veces, la gente me ve por la calle o se encuentra conmigo de frente, y al verme con mi barrigón y las muletas se les pone cara de susto, se ponen nerviosos por apartarse, se echan a un lado torpe y rápidamente, como si fuese una especie de bomba nuclear a punto de explotar... me hacen gracia, la verdad. Ayer en el súper un hombre aplastó a su mujer entre el carro y la estantería en un acto reflejo de 'apartarse a toda prisa' cuando me vió. Tremenda bronca le cayó, porque su pobre mujer espachurrada... ¡también estaba embarazada!
Una preñada con muletas tiene más poder de asustar al personal del que creía, oigan...

En fin.. ¡gracias de nuevo por tu consejo y descubrimiento, Xanela!


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