3 de mayo de 2020

Toda una vida

Ella, mi madre, mi loba.


Toda una vida sin tí. Tantas cosas vividas sin tu presencia.
Tantos años siendo "fuerte" mi repudiado apellido y hasta que ocurrió todo no fui capaz de ser consciente de cuánto lo era, de ver a la loba que habita en nosotras, que habitaba en tí y dejaste en mí. Mi loba negra.
Un año ya de mi nueva etapa, en breve volaré sola por fin y me siento más fuerte que nunca. Pero me gustaría tenerte a mi lado. Al lado de mis hijos. En nuestra vida. No hay fortaleza que rellene tu vacío...
Ojalá sólo nos separase un confinamiento, ojalá sólo tuviera que esperar unas semanas para abrazarte y decirte cuánta falta sigues haciendo. Ojalá mis hijos te conocieran y te tuvieran en sus vidas. Sólo contigo bastaría, sólo contigo no haría falta nadie más.
Pero sigo adelante. Y sigo feliz, más feliz que nunca. Aunque no estés.
Bienvenida  a mi segunda vida, mamá. Siempre contigo, siempre sin tí.




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13 de abril de 2020

Dale alas


Cuando el viento sople fuerte, dóblate ante él para que no pueda partirte. Deja que te despeine, que te cruce el cabello de mil formas y ponte de frente cuando el viento se torne una agradable brisa.

Camina sin mirar atrás, ya andaste ese camino. Con la vista puesta al frente saborea el trayecto, observa, aprende, acepta todo lo nuevo que te ofrece: los senderos que sugieren descansar, las grutas que necesitas comprender. Todos tienen algo que enseñar. Y permítete perderte cuantas veces sean necesarias, porque no hay mejor forma que perderse para aprender a encontrarse.
Pasa de puntillas, camina, corre o vuela, pero sigue avanzando, no te detengas. El destino es Ítaca pero no la finalidad.

Rompe los tabiques, reconstruye, crea y decora. Tu nuevo yo. Cámbialo todo de sitio, haz que cobre un nuevo sentido, hasta que te sientas cómoda, en casa. Hasta que tú seas tu nuevo hogar.

Siéntete. Ámate. Búscate hasta dar contigo en todo aquello que te aporte bienestar, sabora cada pequeño placer... Y no te sueltes de la mano nunca más.
Acepta los rayos que te dan la vida, proyecta la luz de tu interior. Sonríele a quien te sonría y también a quien muestre su amargura.

Deja que tu mente vibre, chispee, pero ánclala a tu propia estabilidad. No dejes de aprender, porque el cerebro se nubla cuando cree saber. Se una constante aprendiz de la vida, hazte sabia de tu propio ser. Aprecia la calma y el silencio de tu saber. Se una hoja en blanco de tu nuevo libro vital.

Deja que las olas se lleven todo lo malo, deja que te cubran, que arrastren, que vuelvan cien veces más. Suelta todo aquello que no aporta, déjalo ir. Agradécele al mar esa ayuda. Y que el aroma y la paz del bosque fije esa gratitud para asentar la calma. Para volver a plantar y llenar de hermosas flores tu jardín, y verlas crecer, disfrutarlas.

Charla con la persona más importante de tu vida. Pregúntale por sus anhelos, por sus metas, por sus ilusiones. Llévala a los lugares que sueña vivir, baila con ella, canta con ella, léele, ámala, hazla reír. Ayúdala a alcanzar sus metas, dale alas, y combustible para sus alas. Libérala de cadenas, para que aprenda a volar y lo haga libre y en paz.
Acepta sus equivocaciones. Sus debilidades. Déjala que ame sin medida, déjala entregarse, pero no la dejes desnuda ante nadie. Ya nunca más va a diluirse como una acuarela en el agua, ella es el color de tu vida. No pongas freno a su felicidad, porque esa felicidad es tuya. Porque esa persona eres tú.💜


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