22 de enero de 2012

Skippy, la cobaya.

Yo no quería animales en casa. Ni uno. Mi marido, entonces novio, me acabó ablandando para quedarnos una perrita de un amigo, al que le había críado la perra de su madre. Y mira por donde, que sin querer perro de ninguna manera, me ví dándole biberones cada 4 horas (ahora de ninguna manera habría aceptado un cachorrito de DOS DÍAS sin destetar!), y llevándola en una mochilita a todas partes. Tanto jaleo hizo explosionar mi instinto de maternidad -ya bastante candente- y hoy lleva ya 10 años con nosotros: se llama Nala y es nuestra perruna, que se lleva un año con nuestro hijo mayor. Pero no era suficiente con Nala, ni con Bufori (el hámster), que ahora también tenemos una cobaya, Skippy:




Y para que no esté solita, le hemos comprado a Lila! ¿No son bonitas??? ♥



A Bufori lo 'encargó' mi hijo de 9 años (con 8) al primo de su mejor amiguito y pactaron un precio de 5€ (al crío le habían criado los hámsters y fue capaz de hacer negocio con ello, chico listo). Y yo sin tener ni idea de toda esta 'transacción'. Mi marido sabía 'algo' del tema, pero desde luego no se imaginaba que mi hijo, a la semana siguiente, recogería y pagaría su 'encargo', para cara de póker -y mandíbula desencajada del asombro y el asco- de su madre. Me negué en rotundo a tener un ratón -digo un hámster- en casa, pero mi hijo juró y perjuró que se haría cargo de él y decidí que bien valía toda la osadía una oportunidad de demostrar cuán responsable es capaz de ser. He de decir que se encarga de el en un... 90%. Le da de comer, le limpia la jaula y juega con el, aunque a veces haya que recordárselo. Y en el fondo es mono y entretenido de ver.

Así que un día vino 'un conocido' a casa, con su hija de 6 años, y conocieron a Bufori. Y la niña se encaprichó de un 'bicho' y el padre, se lo compró. Y hace dos semanas mi marido se presentó en casa con 'el bicho' para mi, nuevamente, cara de póker, ya que yo desconocía por completo su existencia y más aun el motivo por el que YO me veía con otro animal que no había pedido: la cobaya.

Resulta que la niña no le hacía caso, la madre no le hacía caso y, evidentemente, el padre no le hacía caso... pero al menos tuvo a bien ser consecuente y buscarle una casa de adopción... ¡la mía!

Y por eso escribo este articulillo... Si, porque me parece francamente mal que se le compre un ser vivo a una niña porque se encapricha, del que no se conoce nada y no se han molestado en conocer... Y sin hacerle valorar ni ser responsable de su petición, descuidan al animal para al final, encasquetarlo por ahí. No, esto no es la muñeca de turno que sale por la tele y puede quedar en el fondo de un cajón. Es un animalito que, sinceramente, no se cómo ha aguantado vivo dos o tres meses... y que es suave... y tiene una carita monísima.
Y también me parece mal haber recibido una cobaya en una jaula exactamente igual que la de nuestro hámster, que sólo comía el mismo pienso que tenía como lecho donde hacer sus necesidades y con una triste rueda de las que no valen ni para hacerlas rodar, por todo refugio... donde se acurrucaba muerta de miedo con una patita fuera porque sino se caía... y asi, estática, permanecía todo el día.

Nosotros retiramos la inútil rueda y le pusimos una caja de zapatillas pequeña de forma provisional, hasta que llegara su jaula definitiva.
A partir de aquí, y una vez hechas las presentaciones, a continuación leereis una breve guía sobre los cuidados y necesidades de las cobayas. Si estais interesados en tener una, os interesa conocer algunas cosas...



En primer lugar, una cobaya necesita cuidados y espacio, así que hay que tenerlo en cuenta si pensais regalar o comprar una:
♦ No es un hámster, y por tanto no le vale una jaula de hámster. Son más grandes y necesitan más espacio: 70x40cm mínimo, aunque para una cobaya, 100 cm de jaula es ideal. No son bichitos que molesten, aunque advierto que si la jaula no se limpia un par de veces a la semana (al menos cambiar el lecho), el orín huele bastante.
Si vamos a tener dos cobayas, la jaula deberá medir 120cm o una más pequeña (70-100cm) de dos pisos. Estamos hablando de medidas grandes que hay que tener en cuenta a la hora de buscarles una ubicación. Ha de tener algún refugio donde esconderse y algo natural para roer (son roedores), agua, heno, un cuenco para su comida y debemos disponer un lecho sobre la superficie de la jaula (papel reciclado sin tinta, virutas de madera...) para que no resbale y absorba la humedad del pipí y el agua. Hemos de limpiar la jaula una vez a la semana, incluídos los barrotes, para que no alberguen parásitos, con un producto neutro que no deje restos ni demasiado perfume.
♦ Emiten un gracioso 'oinc, oinc' a modo de comunicación, sobre todo cuando te escuchan para reclamarte la comida.
♦ La vida de la cobaya no debe transcurrir únicamente en la jaula, habrá que dejarla salir. Son animales que necesitan cariño y compañía. Habrá que cepillarlos y bañarlos (un par de veces al año) e, idealmente, comprarle al menos una pareja para que no se sientan solos, puesto que son animales 'familiares' (incluso las crías mantienen el vínculo con los padres cuando ya son adultas).
♦ Es bastante difícil sexarlas, pero debeis tener claro su sexo para evitar que las hembras sean montadas continuamente.
No se debe hacer criar a una cobaya antes de los 6 meses (idealmente a los 8) y puesto que tienen bebés bastante desarrollados, es mejor que la primera camada sea antes de los 11 meses para que no tengan problemas en el parto.
♦ Tendreis que llevarlas a un veterinario de animales exóticos.

♦Comen heno, verdura, cereales y fruta, por este orden. Tienen tendencia a padecer déficit de vitamina C, por eso es importante que coman verduras y fruta fresca. Hay quien les da Redoxon pediátrico, pero personalmente, como con las personas, prefiero siempre que se pueda lo natural.


El menú de las nuestras es:
65% heno, 20% verdura, 10% cereales, 5% fruta

-Verduras diarias:
Endibias, pimiento rojo y verde, rúcula, canónigo
-2 veces/semana:
Berenjena, calabacín, tomate, rabanitos.
-1 vez/semana:
Frutas: fresa, cereza, manzana, melón, níspero, kiwi, plátano, piña, sandía, naranja o uvas.
Verdura: acelgas, espinacas, pepino, zanahoria, lechuga (les causa diarrea, aunque les encanta)

♦ La jaula ha de estar en un lugar donde no existan corrientes de aire, que no haga mucho frío (en invierno mejor dentro de casa, en una galería o garaje cerrado), y en verano, aunque está bien dejarlas corretear al aire libre, si les ponemos un cercado, éste ha de tener agua y una parte a la sombra para que se puedan resguardar, puesto que también son muy sensibles a las altas temperaturas y pueden morir por insolación.


Aquí toda nuestra equipación (jaula interior, jaula exterior -al principio les puse césped artificial, pero aunque les iba muy bien, era horroroso para limpiarlo- y parque) con los enlaces a los modelos que son. En la jaula grande, como podeis ver, también compramos una casita doble de madera y una hamaquita (que les encanta). Obviamente no es necesario comprarlo todo, nosotros tenemos dos jaulas porque la grande está en el garaje y en invierno las metemos dentro de casa para dormir, en la pequeña.
- Jaula doble de 100cm. Modelo JAULA ESSEGI BAFFY 100 2 pisos:
- Jaula individual de 75cm. Modelo JAULA RABBIT 70 DE LUXE FERPLAST
- Parque octogonal. Modelo JOY





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Espero que esta información te haya sido de ayuda!



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