18 de mayo de 2009

Reciclaje








Desde la revista de Erosky extraigo este trocito de su artículo titulado Residuos Sólidos Urbanos para reiterar la necesidad de reciclaje y de consumir menos productos de usar y tirar, así como evitar en la medida de lo posible los envases "absurdos" y bolsas de plástico.


La recogida y posterior tratamiento de las basuras es uno de los problemas que más preocupa a las autoridades y los ciudadanos. Consumimos cada vez más y la cantidad de residuos sólidos urbanos (RSU) crece de forma imparable. Si en 1995, cada ciudadano español produjo una media de 378 kilos de residuos al año, en 2003 esa cantidad se elevó hasta los 502 kilos y en 2007 aumentó otro 17% hasta alcanzar los 588 kilos por ciudadano y año, superando así la media europea que se sitúa en torno a 522 kilos. Esta tendencia se debe en buena medida a la progresiva implantación comercial de los envases y embalajes de un sólo uso que suponen un 60% del volumen de la basura que generamos y un 33% de su peso. Según los expertos europeos, si no se pone freno a esta cultura de "usar y tirar" se podría llegar a 770 kilos de basura por habitante y año en 2020, lo que exigiría aumentar también el gasto público necesario para recoger, transportar y tratar los residuos públicos urbanos, que en la actualidad consume el 20% de los presupuestos municipales.


El uso de bolsas de plástico va en detrimento de nuestro medio ambiente y tiene impactos sobre la salud humana, un precio oculto pero caro por utilizar un producto fácilmente sustituible.


Cada vez que compramos o consumimos un producto o servicio estamos incidiendo sobre el mercado. Esto nos confiere, como consumidores, un gran poder sobre la oferta y la demanda. Frente a una opción "insostenible" medioambientalmente, suele haber una alternativa ecológica y respetuosa con el medio ambiente y los derechos humanos.


Cada español consume de media 238 bolsas de plástico al año, lo cual supone durante un año se tiraran a la basura unos 10.500 millones de bolsas de plástico cuya vida útil será, en el mejor de los casos, de algunos minutos. Luego comienza la verdadera vida de esas casi 100.000 toneladas de basura plástica, cuyo final bien puede producirse en un bosque o un océano muy lejano del lugar en el que se usó esa bolsa.
Ciertamente la mayor parte de las basuras va a vertederos – que se van colmatando – o a incineradoras – que contaminan el aire -. Así que hay que empezar a pensar en generar menos basuras. Pero una parte todavía muy importante acaba directamente en el medio ambiente.


Por último en este post, recomendaros la página de Cervic Environment (con la que no tengo nada que ver), para que veais sus contenedores familiares para separar la basura, adaptados a todas las necesidades y con diferentes diseños que seguro encajan en algún lugar del hogar. También tienen contenedores para oficinas y espacios públicos. Aquí teneis un par:







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